Leyes de Protección que salvaron a la Ballena Franca Austral
- Fundación Aniamigos

- 7 oct
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Actualizado: 8 oct
La voluntad de proteger a un animal en peligro de extinción fue más fuerte
que la presión de las grandes potencias económicas
Matanza para iluminar a Europa
La ballena franca austral es un mamífero maravilloso que mide entre 14 y 16 metros y pesa alrededor de 50 toneladas. Habita en los océanos Pacífico Sur, Atlántico Sur e Indico Sur.
En el siglo XIX su población se redujo de los 100.000 ejemplares a sólo 10.000 debido a la caza indiscriminada, llevándola a estar en peligro de extinción.
La cazaban países de Europa y Estados Unidos para usar su aceite como combustible para lámparas de iluminación y calefacción. Hoy parece increíble que el ser humano haya matado a un mamífero extraordinario para algo que fácilmente el ingenio del hombre podría haber solucionado de otra manera. Pero el abuso hacia los animales no tiene límites, y la cazaban por ser mansa y tranquila, que se acercaba curiosa a las embarcaciones y además flotaba debidos a su grasa al matarla.
Leyes para proteger a la Ballena Franca Austral
En 1984 Argentina declaró monumento natural a la ballena franca austral,
protegiéndola cuando se visualicen en sus aguas. Aproximadamente el 35% de estas ballenas viajan todos los años desde los océanos Pacífico Sur y Atlántico Sur a la zona de la Península Valdés en la Patagonia Argentina para reproducirse, tener sus crías y amamantarlas durante sus primeros meses de vida. Llegan todos los años a las aguas tranquilas y profundas del Golfo Nuevo, y dentro de sus capacidades maravillosas está la de transmitir este comportamiento entre madres e hijos.
En el año 2008 Chile también declara monumento natural a la ballena franca austral.
En el año 1986 la Comisión Ballenera Internacional estableció el Santuario Ballenero Austral, que prohíbe la caza de ballenas en el océano austral
La resiliencia de las Ballenas Francas Australes está dando sus frutos
En esta temporada 2025 de avistamientos de ballenas francas australes, el censo realizado por especialistas en la zona del litoral Atlántico cercana a Península Valdés, superó todas las marcas. Se realizaron más de 2 mil avistamientos incluyendo a 826 crías. Cada ballena tiene su propia identificación según las callosidades del cuerpo, que son únicas para cada individuo.
Esta es una gran noticia para celebrar las ganas de sobrevivir que ha tenido este mamífero manso, curioso y maternal, que todos los años nada tranquilamente miles de kilómetros para seguir con su ciclo de vida.

Avistaje 30-09-2025. Madre con su cría, que es un morfo gris. El 5% de las crías tienen esta característica, y van cambiando su color de blanco a gris. Nadan felices juntas en el Golfo Nuevo en la Patagonia Argentina, mientras se preparan para su viaje al Atlántico Sur. Crédito: Quilimbai Fotografía




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