Los pavos sacrificados en el Día de Acción de Gracias o Thanksgiving
- Fundación Aniamigos

- 27 nov
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Cada año son sacrificados en Estados Unidos 46 millones de pavos para la comida tradicional de estas fiestas.
El Día de Acción de Gracias o Thanksgiving en inglés es una fiesta que se celebra principalmente en Estados Unidos el cuarto jueves de noviembre. Originalmente fue un día de agradecimiento por la buena cosecha y se celebra desde el año 1621.
Actualmente la tradición es hacer una reunión familiar y dar gracias por las bendiciones recibidas durante el año.
El plato tradicional es un gran pavo horneado servido con distintas salsas y verduras y exhibido entero en la mesa familiar. Cada año son sacrificados 46 millones de pavos para Thanksgiving sólo en Estados Unidos.

Las Granjas Industriales de Pavos
Casi la totalidad de los pavos que se venden para consumo han sido criados en granjas industriales, en procesos industrializados donde lo que importa es la productividad a gran escala y a bajo costo.
Los huevos son inseminados artificialmente, puestos en incubadoras y luego al nacer los pavos son llevados a grandes jaulas hacinados por miles.
El estrés que sufren en tan grande que tienen que mutilarle el pico para que no se picoteen entre ellos. No han podido formar ningún tipo de apego familiar con sus madres y hermanos y eso les causa mucha ansiedad porque son animales muy sociales.
Pero el sufrimiento además de emocional es también físico. Las granjas industriales tienen niveles de amonio 10 veces mayor a lo permitido, lo que les produce a los pavos una terrible irritación en las vías respiratorias y heridas en la piel. La manipulación genética ha producido pavos que engordan aceleradamente, lo que les deforma sus patas que no soportan su peso. Su corazón tampoco resiste este peso anormal y muchos mueren de infarto al corazón.

Los pavos son seres sintientes y muy inteligentes
En su estado natural los pavos son animales muy inteligentes. Cuando le toman confianza a una persona, se le acercan como una mascota y les mueven su cabeza y sus alas. Aprenden de sus experiencias y se adaptan a nuevas situaciones. Pueden volver exactamente al lugar donde encontraron comida un año atrás. Además reconocen a personas y a otros pavos después de varios meses de distanciamiento.
Son animales muy sociales y viven en rebaños. Si se los separa de su comunidad gritan hasta que los devuelven. Sienten empatía y se estresan cuando ven que un compañero de rebaño está sufriendo.
Matar pavos no debería ser parte de una fiesta que da gracias por la vida.
La fiesta de Acción de Gracias simboliza la gratitud por la vida, lo que no está de acuerdo con matar a seres sintientes e inteligentes para celebrarlo. Las tradiciones que no están bien hay que cambiarlas sin sentir ninguna culpa.
El amor, la compasión y la esperanza de un mundo mejor no sólo debería ser un deseo para nuestros seres más cercanos, sino también un deseo para todos los seres vivos de este planeta.




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